Descubre las figuras del bestiario medieval
Si has visitado iglesias o claustros de monasterios románicos, seguramente te hayan llamado la atención sus figuras escultóricas en los canecillos y en los capiteles.
Animales, figuras geométricas, pasajes completos de la Biblia, multitud de demonios y seres fantásticos, o incluso escenas sexuales de lo más explícitas,
¿Qué significan todas estas figuras y para qué sirven?
Quédate conmigo porque hoy hablaremos del bestiario en el arte románico, y también de las escenas de alto contenido erótico que tienen muchos siglos de historia. ¡Comenzamos!
La evolución iconográfica en el Arte Románico
Ubicándonos en el contexto histórico de la plena Edad Media en Europa, una de las principales misiones de estos elementos decorativos en el arte Románico fue transmitir y comunicar una serie de ideas simbólicas.
Dirigidas a una inmensa mayoría de público analfabeto, estos programas iconográficos se servían de estas señales para dar a conocer la Biblia y que el populacho pudiese diferenciar aquellas conductas aprobadas por la religión de otras más reprobables.
En sus inicios el Arte Románico incluía solamente escenas del Antiguo Testamento, como la creación del hombre o el Pecado Original, pero pronto comenzaron a proliferar escenas del Nuevo Testamento, y se comenzó a hacer especialmente popular la representación del Juicio Final.
El siguiente paso en las representaciones escultóricas del Románico fueron los bestiarios, mostrando animales que bien podían ser reales como fantásticos, mezclando así mitología y religión y haciendo cada vez más impresionantes sus iconografías para impactar sobre el pueblo.
El Románico pasó de un lenguaje más eclesiástico a uno más llano, incluyendo cada vez más escenas de la vida cotidiana, escenas de músicos en la calle, de caza, combates entre caballeros o escenas de mercado.

El maniqueismo Románico
La principal fuente de influencia para la utilización de estos bestiarios en el Arte Románico lo tenemos que buscar en el arte clásico, los griegos y romanos, así como también ocurre en el arte bizantino y persa.
Todas estas culturas tienen en común la sacralización de sus animales en el arte, y su identificación con ciertos valores en cuestión, algunos con elementos positivos y otros con negativos.
De hecho, el maniqueísmo de origen persa tuvo gran impacto en la forma de expresión del Románico Europeo, ya que esta religión se caracterizaba por la creencia de dos principios contrarios y eternos que luchaban constantemente entre sí, el bien y el mal. Un mensaje tan claro y sencillo caló de forma rápida en la cultura medieval y se asentó mediante las representaciones de este arte en sus templos.
Dentro de la línea didáctica que tenía el arte Románico, se escogieron unos animales para expresar el bien y otros para convertirlos en portadores del mal o como otras formas del diablo.

Los animales del bien
Si nos fijamos en los animales reales representados en los claustros y los canecillos de las iglesias románicas, ganan por goleada el número de aves. Se emplearon para representar el bien, las almas puras. Su capacidad para ascender y subir a los cielos las alejan de lo terrenal.
Otros animales de valores positivos para el Románico fueron el águila o el león, que por su nobleza y su fuerza encarnan unos valores muchas veces relacionados con el propio Cristo. Es muy frecuente encontrarnos grifos, leones y águilas protegiendo los templos desde su misma portada.

Los animales del mal
Hay otra serie de animales que son portadores de la debilidad, los vicios y las imperfecciones. En definitiva, representan al mal y todo lo que no debe perpetuarse en vida para poder llegar al cielo el día del Juicio Final.
Estos animales “negativos” suelen ser el mono, como caricatura grotesca del propio hombre y de sus más bajos instintos. La serpiente es el símbolo por antonomasia del propio pecado.
Las liebres, animales muy prolíficos, se relacionan también con la lujuria. El cerdo es sucio y perezoso. También se relaciona con el mal al macho cabrío, pero no sucede así con la propia cabra la cual transmite agilidad y bondad.

Los animales fantásticos en el Arte Románico
Sin duda, los seres fantásticos incluidos en las imágenes románicas tuvo un efecto mucho más impactante y pedagógico en el hombre medieval, nada acostumbrado a la ciencia ficción como nos ocurre hoy en día.
Estos animales fueron creados a partir de partes de animales diferentes, con una estampa feroz e intimidante. Para darle un añadido de peligrosidad, muchas veces los maestros canteros representaban a estos animales fantásticos devorando o atacando a personas inocentes, para demostrar así el serio peligro que encarnaban.
Con grandes dosis de miedo, lograban que gran parte de la población eligiese renegar del pecado y asegurarse el vivir libre de sus garras.
Los grifos, con cabeza y alas de águila y cuerpo de león, representaban como puedes imaginar la nobleza, y eran usados a menudo como guardianes de puertas y ventanas.
Donde nos quedaremos cortos será enumerando la lista de animales fantásticos con connotaciones malvadas o pecaminosas.
En primer lugar, están los dragones, que en el Románico se representaban como aves con cabeza de perro y cola de serpiente, orejas puntiagudas y grandes fauces amenazantes.

Las arpías, contaban con un cuerpo de rapaz y un busto femenino que se diferenciaban de las sirenas porque estas otras tenían la cola de pez.
Tanto arpías como sirenas, eran provocaciones a la sexualidad y la seducción de los placeres carnales. Aquí vemos también múltiples referencias a la mitología grecorromana, de la que tomaban prestadas muchas de sus formas.
Los centauros, un humano con cuerpo de caballo, simbolizaban la brutalidad y eran lujuriosos como los mismos centauros de la mitología griega. Por último, haremos alusión a los basiliscos con su enorme cabeza con cresta de gallo, y cuerpo de serpiente. Eran los basiliscos quienes transportaban las almas de los condenados al infierno en el Juicio Final.

La sexualidad en el Arte Románico
Hay una parte de la iconografía Románica que llama mucho la atención aún en la actualidad, y esta es la representación de escenas y motivos sexuales de lo más explícitos en sus canecillos y metopas con muchos siglos de historia.
Si eres usuario de las redes sociales te preguntarás y con razón, ¿Cómo es posible que no se pueda mostrar un pezón femenino en Instagram y en una iglesia del siglo XII en plena calle nos encontremos con esto?
Debates aparte sobre la sociedad en la que vivimos actualmente, la representación de la vida cotidiana llega a su extremo máximo al incluir en muchas iglesias motivos explícitamente eróticos. No deja de sorprendernos en nuestra cultura actual que podamos encontrar elementos de carga sexual adornando precisamente una iglesia.

Dónde se encuentra en Románico Erótico
Podemos encontrar ejemplos dispersos de esta iconografía románica en toda la Península Ibérica, aunque el lugar de mayor densidad de estos ejemplos es el sur de Cantabria y norte de Palencia y Burgos, siendo el auténtico epicentro del mismo la célebre Colegiata de Cervatos, en Cantabria.
Lo más habitual es que los canteros esculpieran estas singulares escenas en el exterior de las iglesias, mucho más en los canecillos y más rara vez en alguna metopa.
En el caso de Cervatos, las podemos ver hasta en las ventanas de la iglesia. Es mucho más extraño poder dar con casos de escenas eróticas en el interior de las propias iglesias, aunque existe alguna excepción como la iglesia de Adehuelas de Sepúlveda en Segovia, o en Villanueva de la Nía, también en Cantabria.

La censura en el Románico Erótico
También estas escenas han sido a veces objeto de censura, y en muchos casos los encontraremos mutilados o erosionados. Además de los siglos de antigüedad y los daños del paso del tiempo, hay que añadir a los intentos de sus censores a lo largo del tiempo.
Pero, ¿siempre estas escenas sexuales se mostraban como algo pecaminoso y reprobable? No todos los estudiosos consideran que esta muestra de sexualidad en abierto en las iglesias del Románico fuesen un ejemplo a no seguir, o un intento de adoctrinamiento contra el pecado sexual.
También se han interpretado en ocasiones como un llamamiento al incremento de la población en épocas de crisis demográfica, o incluso como un simple reflejo de la vida cotidiana y de sus costumbres, como lo podían ser las escenas de juglares o de mercado.

¿Te ha gustado este repaso por las imágenes del arte románico? ¿Cuál es tu iglesia o monasterio favorito de este estilo? Si quieres compártelo con nosotros en los comentarios.
Si quieres disfrutar de nuestras videoguías sobre arte Románico, no te pierdas nuestros grandes ejemplos como el Monasterio de Santo Domingo de Silos, La Colegiata de Santillana del Mar o la Colegiata de Castañeda.
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Universo Románico hace referencia al nacimiento de esta corriente arquitectónica en su cuna en Francia, así como su interpretación en el resto de países europeos.
Por supuesto, el arte románico en España merece un capítulo de especial categoría, donde aprenderemos cómo llegó el primer Románico catalán a través de los Pirineos, y fue evolucionando a lo largo del Camino de Santiago en dirección a Galicia.