Atenea, nacida de un dolor de cabeza

Atenea, una de las protagonistas del Olimpo griego

Atenea es una de las diosas del Olimpo más veneradas desde la antigüedad, y es considerada como la patrona de la sensatez.

Además, nació ya adulta de la forma más inesperada: de un terrible dolor de cabeza de su padre Zeus.

¿Quieres saber más sobre el sorprendente nacimiento de Atenea? ¿Te gustaría escuchar los mitos más conocidos en los que Atenea fue la absoluta protagonista?

Hoy te contamos todo acerca de sus orígenes, sus valores, su apariencia y su lado más oscuro. También hablaremos de cómo llegó a ganarse el patronazgo de Atenas, la ciudad más importante de toda la Antigüedad griega. ¡Dale al play!

El nacimiento de Atenea

Atenea es una diosa con muchos vértices, partiendo de que su nacimiento fue uno de las más sorprendentes entre los dioses del Olimpo.

Según la mayoría de los autores, Zeus había dejado embarazada a Metis una de las hijas del dios Océano.

Sin embargo, escuchó la profecía de que corría el mismo peligro que su padre Cronos, engendrando hijos más poderosos que él que pudiesen terminar con su reinado.

Así que Zeus decidió cortar por lo sano, y eliminar a Metis devorándola.

Finalmente la criatura siguió creciendo en el interior del dios, quien al sentir un terrible dolor de cabeza le pidió desesperado a Hefesto, dios del fuego y de la forja, que le abriese el cráneo con su hacha para poder sacarle lo que le atormentaba.

Bien, pues ese “algo” resultó ser su hija Atenea, que nació ya con forma adulta y perfectamente armada con su vestimenta de hoplita lista para la batalla, incluyendo el casco y la lanza.

Atenea la diosa civilizadora de la sabiduría

Atenea, como diosa de la inteligencia y la reflexión, cumple un papel de diosa civilizadora que lucha contra la barbarie. Su participación en los conflictos, como lo fue en la guerra de Troya o como consejera de muchos de los héroes, es siempre muy activa.

La diosa Atenea es virgen por decisión propia, no está en absoluto interesada por el contacto con los hombres y no se le conoce ninguna descendencia.

Atenea vs Posidón por el patronazgo de Atenas

 

Pero Atenea para poder llegar a ser considerada la patrona de Atenas tuvo que enfrentarse al dios Posidón, que también había puesto sus ojos en la ciudad.

Para optar a ello, ambos ofrecieron un regalo a los atenienses: Posidón golpeó con su tridente en el suelo y de allí manó una fuente de agua.

El problema fue que el dios solo tenía el dominio de las aguas marinas, por lo que la fuente resultó ser de agua salada.

Atenea, en su lugar, enseñó al rey de Atenas los secretos del cultivo de los olivos, tanto para su propio alimento como para la producción del aceite. Así Cécrope, el rey de Atenas, le otorgó entusiasmado a Atenea la victoria.

El mito de Atenea y Aracne

Atenea también era una diosa orgullosa, que como muchos de sus compañeros del Olimpo no aceptaba de buen grado la competencia, y mucho menos de una mera mortal.

Esto le sucedió con Aracne, una mujer lidia que tenía una impresionante habilidad con telar, tanto es así que se vanagloriaba de ser más habilidosa que la diosa griega. 

Atenea, cansada de sus ofensas, retó a la mortal a una competición para dirimir cuál de las dos era más hábil con el telar.

Durante el duelo, Atenea tejió orgullosa un tapiz con las escenas de su lucha contra Posidón por el patronazgo de Atenas. Mientras  tanto Aracne, obcecada en su maestría para tejer, se esmeró con un mosaico de los amoríos de Zeus.

Este empeño sólo enfureció más a la diosa, quien decidió castigarla  convirtiéndola en una araña. Este mito explica la capacidad de las arañas para tejer, heredada de la imprudente Aracne.

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